Agustín Squella - Constituyente Distrito 7
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2/11/2021

Amigos, familiares, alumnos y colegas se reunieron ayer para celebrar la polifacética vida académica y personal de Agustín Squella: abogado, profesor, columnista y hoy también convencional. 

Homenajear –aunque al homenajeado no le gusten en absoluto los homenajes–e invitar a descubrir a un hombre. No solo «al profesor de filosofía del derecho y al ensayista, al jurista cinéfilo y al columnista y al pensador recatado», sino también al hincha de Wanderers, al hípico apasionado, al observador comprometido, al analista sin fanatismo político y al convencional constituyente. A Agustín Squella Narducci está dedicado el libro «SQUELLA», presentado ayer en la Universidad Diego Portales.

La obra fue impulsada por las dos facultades de Derecho en las que Agustín Squella ha trabajado por años (Universidad de Valparaíso y Universidad Diego Portales), y sus editores son María Beatriz Arriagada y Carlos Navia, ambos académicos de la UDP, quienes reunieron contribuciones de 37 autores: 20 artículos y 17 testimonios que conforman un inventario de impresiones, opiniones y reflexiones concebidas a partir de algunas de las múltiples identidades que convergen en la persona de Squella.

María Beatriz Arriagada inició su intervención señalando que se optó por titular el libro «SQUELLA», a secas y en mayúsculas, porque ningún adjetivo permite retratar al homenajeado por completo «y porque este apellido simboliza un talante y una trayectoria que debemos esforzarnos por continuar». Más tarde, al término del encuentro, el propio Squella bromeó con el punto y dijo que a él le gustaba uno de los títulos desechados: «Un profesor de provincia»: así se considera él medularmente, en especial por sus experiencias en Valparaíso («donde vivo») y Viña del Mar («donde resido»).

Arriagada y Navia escriben en la introducción que los testimonios reunidos en este libro muestran a Agustín Squella «como alguien que siempre invita a considerar el otro lado de las cosas; alguien que vive realmente los problemas intelectuales tratados; alguien en quien, por fortuna, no hay ni debe haber distancia entre la experiencia cotidiana y las ideas de la filosofía; un liberal que pone a nuestra disposición su entera biografía como señal de ruta y prueba de compromiso con la libertad propia y ajena».

Los artículos incluidos procuran explicar, evaluar o desafiar las ideas que Agustín Squella ha defendido en temas como el liberalismo, el neoliberalismo y el liberal socialismo; los derechos fundamentales y la relación entre estos y la democracia; la relación de esta con la literatura; las transformaciones sociales; el relativismo y/o escepticismo; los temperamentos morales; la muerte y el sentido de la vida; la religión, el ateísmo, la iglesia, la moral laica y el secularismo; el derecho y su relación con la fuerza y la política; el aprendizaje y la enseñanza del derecho; la relación entre la ciencia del derecho, las ciencias sociales y la filosofía; el concepto de filosofía del derecho y los problemas que ella comprende; el positivismo jurídico y las razones para valorar lo que queda de él.

Carlos Peña, rector de la UDP, observa que Squella «publicó alguna vez un libro que tituló `Deudas intelectuales´; allí se refería a aquellos a los que él debía parte de sus ideas y su vocación. En el lanzamiento de este nuevo libro, que compila escritos en su homenaje, se han reunido abundantes deudores de quienes Agustín Squella es acreedor: decenas de profesores que gracias a su ejemplo, su generosidad intelectual y su rigor, pudimos aprender cómo ejercer el trabajo académico y la tarea intelectual».

Carlos Navia destacó la capacidad de Squella para construir desde el lenguaje y cómo ha mostrado el mundo a través de las palabras, mientras que la académica Flavia Carbonell, de la Universidad de Chile, hizo un acucioso barrido por los artículos que contiene el libro y caracterizó al profesor Squella como un hombre que optó por la enseñanza para seguir aprendiendo.

Cabe destacar que la publicación también contiene el discurso que Agustín Squella pronunció cuando fue nombrado miembro de número de la Academia Chilena de Ciencias Sociales, Políticas y Morales, en el que resume las convicciones que han guiado su trabajo.

En las palabras finales, Squella agradeció lo que calificó como «inmerecido homenaje», agregando que nadie realmente merece uno y que las ínfulas son una tentación en todos los ámbitos, incluido el académico. Terminó llamando a todos a vivir con optimismo, pues «es un deber mantenerlo a pesar de ver la futilidad del esfuerzo»